Inauguro "El Museo de los Horrores" con estos maniquíes anorexicos que presiden la entrada
de un establecimiento de ropa en la calle Montera en Madrid.
Realmente grimosos, en la fotografía no se aprecia bien,
pero el aspecto enfermizo de extrema delgadez de los soportes es notable.
Nunca he pensado que estar delgado es símbolo de belleza, y hacer alarde glamuroso de una enfermedad
tan seria como es la Bulimia o Anorexia,
tan relacionado con el mundo de la moda, es lamentable y penoso.
Yo desde luego no entraré en este local.
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